En 2012, ‘Chente’ fue intervenido en ‘La Ciudad de Los Vientos’. ¿Por qué el ‘Charro de Huentitán’ decidió intervenirse en Chicago y no en otra parte del mundo? Aquí la respuesta.
El 6 de noviembre, en el quinto piso del Centro Médico del Hospital de la Universidad de Illinois y Sistema de Salud y Ciencias (UIH) justo donde se ubican las oficinas de administración de la división de trasplantes, Vicente Fernández, su hijo Vicente Fernández Jr. y sus tres médicos de cabecera sostuvieron una reunión decisiva y en total hermetismo con los cirujanos de UIH.
Había que actuar. Y rápido. Vicente tenía una “bolita” en el hígado, un tumor de 2.7 cms. que obstruía de forma parcial el conducto biliar izquierdo.
La “bolita” se le detectó en octubre, en un examen de rutina.
El 22 de octubre, tras el homenaje en el barrio mexicano de La Villita, comentó que se trataría en Houston, Texas. Luego surgieron varias versiones. Que si se atendió en Houston, que si tenía o no cáncer. La familia manejó en privado la situación.
El 22 de noviembre, Vicente confirmaría, en una rueda de prensa en su rancho Los Tres Potrillos, en Guadalajara, Jalisco (México) que sí había padecido cáncer.
Fue en Chicago donde se sometió a la cirugía para remover un tumor en el hígado, misma que no se hubiera podido realizar en ninguna otra parte del mundo, según los especialistas de UIH.
Pero, ¿cuál fue el motivo por la que Vicente decidió someterse a una intervención quirúrgica en Chicago y no en otra parte del mundo, y cómo fue posible?
“Un hombre que tiene tres jets privados, que puede ser atendido en cualquier parte del mundo, que ya estuvo en un hospital muy famoso, el Methodist de Houston Texas, vino a Chicago por una sola razón: el doctor Piero Cristoforo Giulianotti”, expresó en entrevista con Hoy Enrico Benedetti, jefe del departamento de cirugía de UIH.
Giulianotti, considerado el especialista más prominente del mundo en cirugía robótica, es el jefe de la división de cirugía robótica de UIH.
“Aquí (en UIH) hay una combinación única de experiencia, tecnología, y principalmente personas que son soñadoras y creyentes de que la medicina puede cambiar”, dijo Piero Giulianotti, a quien le apodan “el Beethoven de la cirugía” y pionero en cirugías y trasplantes a nivel mundial con el Sistema Quirúrgico Da Vinci.
Este sistema permite realizar operaciones muy complicadas sin “abrir” al paciente.
Sólo se requieren hacer pequeñas incisiones en el cuerpo y todo se hace de manera robótica.
Paradójicamente la cirugía, según Giulianotti, es uno de los campos médicos con más resistencia al cambio e innovaciones en la técnica de trabajo.
“Una operación de hígado como la que se le hizo a Vicente es muy complicada. La operación se realizó haciendo una pequeña incisión (en el abdomen) del tamaño de una cesárea, en el caso de una mujer. Por esa incisión los instrumentos pasaron, trabajaron el hígado -el robot controlado por Giulianotti-, se extrajo una parte del hígado, el tumor. La operación duró casi 12 horas. Virtualmente no tuvo dolor, en tres días estaba listo”, relató Benedetti.
Benedetti agrega que el centro médico de la universidad realizó el primer trasplante de riñón con cirugía robótica y han realizado operaciones donde la glándula tiroides se extrae por la axila en lugar de hacer una incisión en el cuello de un paciente.
“Tenemos el programa más grande del mundo, el doctor (Giulianotti) de cirugía robótica más famoso del mundo. Por eso un hombre como Vicente Fernández, que pudo ir a cualquier otro sitio, vino aquí”, agregó el galeno.
La “Operación Chente” fue toda una proeza perfectamente orquestada y bien cuidada. Como una verdadera misión secreta en la que hasta se le dio un alias, José M. Valdez.
Vicente dio con el equipo de UIC por referencia de su médico de cabecera, el doctor Roberto Esquivel Ruano, quien fue quien le detectó el tumor en el hígado.
Primero, el cantante fue a Houston, Texas, donde como tratamiento le sugirieron un trasplante de hígado.
Por recomendación de Federico Mendoza Sánchez, otro doctor cercano en México, fue que Vicente supo del programa y atención de UIC. Mendoza conocía al doctor José Oberholzer, jefe de la división de trasplantes de UIC.
La recomendación de Mendoza fue vital: Le dijo al cantante y su familia que el mejor tratamiento lo encontraría en UIC. Vicente entonces envió a Esquivel, Mendoza y al doctor Luis Gutiérrez a Chicago, para que se reunieran con Giulianotti, Benedetti y Oberholzer.
El 6 de noviembre, Vicente y su familia viajaron a Chicago. Se reunieron con los médicos que le explicaron la diferencia entre una operación abierta y la robótica.
“Le gustó la idea de inmediato. Le explicamos los beneficios y los riesgos. Entendió y nos dio toda su confianza. Estaba muy interesado en recuperarse pronto para terminar su gira. Lo que más confianza le dio fue el factor humano. Piero y yo le simpatizamos. Vicente es un hombre sencillo, del pueblo y muy inteligente. Tiene la experiencia suficiente con la gente para entender que no lo estábamos engañando, que estábamos realmente interesados en que se mejorara, mismo interés que tenemos en todos nuestros pacientes”, recordó el galeno.
Dos días después, Vicente se sometió a la cirugía y el 13 de noviembre fue dado de alta del hospital, hasta cantó para los doctores, se fotografió con ellos, les dedicó la foto y los invitó a Los Tres Potrillos, su rancho.
Vicente quedó tan agradecido con los cirujanos de UIC que ofreció donar otro equipo Da Vinci. Benedetti le pidió al cantante que mejor les permitiera compartir su historia, ya que una de las metas de UIC era eliminar la inequidad en el servicio médico entre las poblaciones caucásica y los latinos.
“Eso le fascinó (a Vicente). Eso es lo que tratamos de hacer por la comunidad, no sólo por un hombre famoso como Vicente. Porque francamente, en UIC tratamos y atendemos igual a alguien como él que a cualquier otro paciente, ni más ni menos. Queremos que la comunidad latina sepa que éste es el tipo de atención a la que tienen acceso, una calidad de servicio que fue atractiva para el cantante más importante de México, que tienen en casa y que es accesible para todos”, puntualizó.

Los hechos de la operación*
22 de octubre
En el homenaje realizado en La Villita, Vicente Fernández anuncia que luego de un examen de rutina, se le detecta una “bolita” en el hígado. Notifica que se sometería a una biopsia en Houston, Texas.
6 de noviembre
Tras ser referido por sus médicos de cabecera, y sabiendo que padecía un tumor en el hígado (carcinoma intrahepático), Vicente viaja de Guadalajara a Chicago, acompañado de su hijo Vicente Fernández Jr. y sus tres médicos.
Lo acompañaron 30 familiares, los principales: su esposa Refugio Abarca, sus tres hijos varones, Vicente Jr., Gerardo, Alejandro y su hija Alejandra, para reunirse con los médicos de UIC, Piero Cristoforo Giulianotti, Enrico Benedetti y José Oberholzer.
Los doctores le explican a los Fernández en qué consiste la cirugía y el procedimiento.
8 de noviembre
Fernández se somete a una cirugía robótica de hepatectomía izquierda con el sistema quirúrgico Da Vinci en UIC. Su estadía en el hospital es guardada con total hermetismo y se le atiende bajo un alias.
La cirugía dura más de 12 horas.
Se le removió el tumor, una masa central del hígado que obstruía de forma parcial el conducto biliar izquierdo y la parte izquierda del hígado.
Los vasos sanguíneos del lóbulo izquierdo del hígado fueron sellados y divididos. El lóbulo izquierdo del hígado fue separado de la vena cava y se separó el lóbulo derecho.
El sistema digestivo fue restaurado utilizando un segmento de los intestinos y conectado posteriormente a la parte restante del hígado.
Si se hubiera utilizado la cirugía tradicional (abierta), se le habría hecho una incisión abdominal inmensa que hubiera dañado el diafragma y los músculos abdominales, necesarios para un cantante. De haberse realizado la cirugía abierta, la carrera de Vicente hubiera terminado, ya que no podría cantar.
13 de noviembre
Vicente Fernández fue dado de alta del hospital. Regresará en enero de 2013 para una revisión.
(*Fuente: Departamento de Cirugía de UIC)
Los seis médicos de ‘Chente’
Tres italianos, tres mexicanos y un sueco, los doctores que intervinieron de una manera u otra en la operación del cantante. Como un equipo, cada médico tuvo una función especial.
Piero Cristoforo Giulianotti (italiano). El que realizó la cirugía robótica. Lo llaman “el Beethoven de la cirugía”. Presidente de la sociedad de cirugía robótica, el primero en hacer trasplantes y cirugías con el sistema quirúrgico Da Vinci.
José Oberholzer (sueco). El contacto, la referencia de los doctores de confianza de Vicente en México.
Enrico Benedetti (italiano). Fue el responsable de organizar la operación. Estuvo a cargo de la logística y privacidad de Vicente y su familia durante su estadía en el hospital y hasta el que le dio el “alias” al cantante durante su hospitalización. Luego de la cirugía, él y Oberholzer brindaron atención médica a Vicente.
Francesco Bianco (italiano). Profesor asistente de cirugía, ayudó a Giulianotti en el quirófano.
Federico Mendoza Sánchez (mexicano). Fue quien le comentó a la familia de Vicente sobre el trabajo del doctor Giulianotti en UIC.
Roberto Esquivel Ruano (mexicano). Urólogo y amigo de confianza de Vicente.
Luis Gutiérrez Rodríguez (mexicano). Hepatólogo y cirujano de trasplante.
¿En qué consiste una operación robótica?
La cirugía robótica es una técnica con la cual se pueden realizar procedimientos quirúrgicos con la más avanzada tecnología, que le permite al cirujano realizar el procedimiento de una forma más precisa. Entre las ventajas es que ofrece mejor visión, ya que la imagen que proporcional la cámara da una mejor resolución de imagen; visión en tercera dimensión, mayor precisión, mayor rango de movimientos y acceso a lugares difíciles del cuerpo que son más complicados en cirugías abiertas o laparoscópicas.
¿Qué es y cómo funciona el sistema quirúrgico Da Vinci*?
El sistema Quirúrgico Da Vinci (nombrado en honor a Leonardo Da Vinci) permite a los cirujanos realizar operaciones delicadas y complejas a través de pequeñas incisiones con mayor visión, precisión, destreza y control. Consta de varios elementos clave: Una consola de diseño ergonómico donde el cirujano se sienta en funcionamiento, una camilla donde el paciente permanece durante la cirugía, cuatro brazos robóticos interactivos, un sistema de visión de alta definición en 3D.
El sistema permite los movimientos de la mano del cirujano, a través de unos controles, se traducen en movimientos precisos dentro del cuerpo del paciente.
*Fuente: Intuitive Surgical, Inc. compañía fabricante con sede en Sunnyvale, California.
Entrevista y artículo exclusivos. Publicados originalmente el 6 de diciembre de 2012.