El disco «Zoé: música de fondo unplugged» no es el típico producto de un concierto acústico grabado para el canal de videos MTV. Es más, el concierto no fue el típico «desenchufado» en pura versión acústica.
«En un principio pensábamos que la cuestión de un concierto acústico era restrictivo, pero se nos permitió experimentar con muchas cosas e invitar a mucha gente. La verdad es que nos la pasamos muy bien, y creo que es un buen disco», comentó Ángel Mosqueda, bajista de la banda.
El disco fue planteado desde el principio como algo distinto para Zoé. Era su primer acústico y querían hacer algo que les gustara, con el que se sintieran agusto.
«Y en ese sentido lo que intentamos hacer para lograrlo es hacer versiones nuevas. En realidad quisimos salirnos un poco del típico formato ‘unplugged’ donde agarras guitarras acústicas. Nos quisimos ir más allá y hacer versiones nuevas de las canciones, para esto nos reunimos y nos rodeamos mejor dicho de músicos amigos nuestros, como es el caso de Chetes, de Andrés Sánchez, ex Titán, Denise (LoBlondo) la cantante de Hello Seahorse! y Yamil Rezc, nuestro productor favorito de México», narró Mosqueda.
Para ese plan, «desbarataron» canciones como «Vía Láctea», «Veneno», «Paula», «Poli» y «Love», y las revistieron. Se rodearon de instrumentos que no habían tocado como la mandolina o el culele, y de cosas que no son instrumentos, como una silla de madera, una jaula de pájaro y charolas, (ah, y una máquina de escribir).
«Entre músicos, utensilios e instrumentos comenzamos a revestir las canciones».
La sección de cuerdas y vientos le da otro aire al disco. La presencia de éstos no es exagerada y resulta el complemento perfecto. No suena orquestal: las cuerdas están ahí de una manera discreta, de acompañamiento y en absoluto suena como algo de Sinfónica.
Lo complejo fue tener a más de 16 músicos en el escenario tocando. «Pero la verdad estamos muy contentos con el resultado, y con todo lo mencionado en la parte musical, todos estos elementos son vitales», destacó Mosqueda.
Bunbury y Dargelos, de lujo
En el disco del concierto, Zoé contó con la presencia de dos figuras del rock en español, el español Enrique Bunbury y el argentino Adrián Dargelos, vocalista de Babasónicos.
«A Adrián Dargelos lo conocemos muy bien, hemos girado muchísimo con los Babas (Babasónicos). Adrián fue una incorporación muy afortunada y muy natural, y le dio un giro a esta canción, «Dead» –ahora ‘ Muerto’- y le da una onda sensual a la ‘rola’. Su presencia en el escenario es algo único en el rock latinoamericano.
Y de Enrique Bunbury, qué te puedo decir, es un monstruo del escenario. Esas dos incorporaciones s fueron bastante naturales», describió.