‘Cualquier historia del punk que no incluya a mujeres, es una mentira’, asegura.
Cuando se subió por primera vez al escenario, Alicia Armendáriz comenzó a gritar. Y su grito se sumó al de otros para abrir camino a las minorías en el género punk.
Era la década de los 70 y a sus diez y tantos años, Alicia Armendáriz —mejor conocida como Alice Bag— hacía historia como cofundadora, junto a Patricia Morrison, de The Bags, una de las primeras bandas de punk en Los Angeles, California.
En su caso, sus gritos venían de un lugar muy personal al vivir con violencia familiar y la frustración de vivir en la escuela con burlas por su físico y la segregación por hablar español.
Hija de padres mexicanos, Armendáriz nació y creció en el este de Los Angeles, en un hogar donde, dijo, su papá tomaba las decisiones y su mamá sufría la violencia doméstica.
“Ella (su madre) era la que recibía el abuso físico pero mi hermana y yo estábamos en casa y lo sentíamos. Me sentía furiosa e impotente. No fue hasta que llegué al escenario y que empecé a gritar que saqué esa frustración. Era una mujer poseída luego de años de no tener una voz; me sentí poderosa”, contó en entrevista.
Esa carrera que comenzó hace más de 40 años en la escena “underground” le permitió llevar la actitud punk a otros terrenos, como la educación y el activismo.
Si bien “The Bags” —el grupo se llamó así porque cuando tocaban, se cubrían el rostro con bolsas de papel— tuvo un periodo corto de vida artística, un álbum “Survive/Babylonian Gorgon” (1978) y un recopilatorio, la banda logró un impacto que trascendió al tiempo en la escena “underground” y que es referente en su historia.
“El punk en Los Angeles fue creado por mujeres, por personas de color, por la comunidad ‘queer’. Todos estábamos ahí. Si no fuera por eso, el punk hubiera sido muy aburrido y no hubiese durado. Lo que lo hizo especial es que eran voces nuevas. El punk le dio el poder a las mujeres de cantar, de escribir, de tomar fotografías. Para mí cualquier historia de punk que no incluya a las mujeres, es una mentira”.
Y Bags no se ha bajado del escenario ni ha dejado de hacer música en estas casi cuatro décadas actuando junto a otras bandas como Castration Squad, Alarma, Las Tres, Goddess 13 y estableciendo en sus actuaciones una conexión con el punk y la música ranchera en el género que llamó “punk-chera”.
Como autora escribió su libro de memorias “Violence Girl, From East LA Rage to Hollywood Stage – A Chicana Punk Story”, publicado en 2011, y el ensayo “Work that Hoe: Tilling the Soil of Punk Feminism” (2012).
De solista, ha lanzado dos discos, “Alice Bag” (2016) y “Blueprint”, estrenado el 20 de marzo. En este disco canta el tema “Se cree joven”, con el que redefine conceptos de la edad.
“A una mujer de mi edad se le dice constantemente que no se le quiere ver y oír. Cuando voy de compras y voy a la sección de mujeres, encuentro ropa gris, oscura, parece que a cierta edad ya no se te quiere ver, se te borra”, compartió.
Por ello, Alice se pinta el pelo de azul o del color que se le antoje y se viste como le da la gana.
“Es para sentirme presente. Si no me quieren ver, ese es su problema. Estoy aquí y me van a ver”, agregó.
Un referente para otras figuras como la mexicana Teresa Suárez (Teri Gender Bender) de Le Butcherettes y la chilena Francisca Valenzuela —que colaboran con ella en “Se cree joven”—, Armendáriz destacó la importancia de la representación de minorías género a cualquier edad y en cualquier rubro.
“Mientras más mujeres y minorías se ven en distintas profesiones y roles, más se normaliza, más se inspira y se puede dar alas a las próximas generaciones para hacer lo que quieran”.