Dos conversaciones con Edna Schmidt, una periodista de pura cepa

Chicago fue la ciudad donde la carrera de la boricua tuvo sus momentos clave. Se le recordará siempre.

La noticia de la muerte de Edna Schmidt (1969 – 2021), reportada el 24 de junio, sorprendió a muchos. La periodista boricua falleció a los 51 años, en su natal Puerto Rico; no se dieron a conocer las causas.

Para la periodista que formó parte de las cadenas de televisión Telemundo y Univision, Chicago fue la ciudad clave de su desarrollo profesional.

En 2013 regresaba a esta ciudad, ya no para formar parte de Univision, sino de Telemundo. En ese entonces, en exclusiva contaba de su regreso, que ocurría luego de dos años de que fuera despedida de Univision (nacional), empresa con la que trabajó durante casi dos décadas.

En Univision Chicago estuvo una década (1992-2002) hasta que fue contratada para ser una de las periodistas de la cadena a nivel nacional.

Regresar a Chicago, le emocionaba, como contó en julio de 2013.

“No solamente es un regreso a casa, sino regreso a la cadena con la que comencé en Chicago. Estoy súper contenta por el recibimiento de la gente, por su cariño”, comentó en ese entonces para Diario Hoy, en la que fue la primera entrevista que otorga luego de que su contratación fuera hecha pública.

La situación y función de los medios de comunicación “tradicionales” -televisión, radio, periódicos- se ha replanteado con la aparición de vehículos como las redes sociales. Lo que no cambia es la experiencia, reputación y conexión que una figura tiene con el público. Eso es lo que trae Schmidt a la mesa de presentadora del Noticiero Telemundo Chicago. 

La experiencia, trayectoria y credibilidad de una persona no tiene precio».

Edna Schmidt.

“Estoy confiada, y cien por ciento segura, de que vamos a arrancar súper bien, y espero que la gente nos respalde. Creo que nos va a ir bien. Chicago es un mercado complejo, pero al mismo tiempo, como siempre digo donde quiera que voy, es un mercado único y particular. La gente aquí cuando es leal, es leal; te sigue. Por ejemplo, me fui a Miami y me veían en el noticiero nacional y cuando salí del aire me enviaban mensajes preguntándome cuándo regresaba, qué estaba haciendo. Esa lealtad, no creo que exista en otro mercado, te lo juro”, aseguró.

Pero los cambios en los medios también replantean el rol de un presentador de noticias. No debe ser aquel que es “cara bonita” del noticiero y cuya única función debe ser lucir bien ante la cámara y leer lo que se le dicta en el teleprompter.

“Se ha sacrificado la experiencia de una persona, por traer gente con menos experiencia y pagar menos. Pero la experiencia, trayectoria y credibilidad de una persona, eso sí que no tiene precio. (Lo que traeremos) en Telemundo Chicago, es hacia esa dirección de presentar experiencia, trayectoria”, destacó.

Schmidt ha demostrado ser una periodista que igual puede sentarse en la mesa de presentadora y dar las noticias con un enfoque periodístico y realizar una investigación de campo. La vimos, por ejemplo, en sus reportajes e investigaciones para el programa “Aquí y ahora” (Univision).

“(Esta profesión) no es de sentarse nada más a lucir bonito o glamoroso, porque la gente puede pensar, ‘ah, qué negocio tan glamoroso, que vida tan bella’, y no lo es. Cuando sales a la calle ahí le demuestras a la gente quién eres, y qué tipo de periodista eres”.

¿Y dónde estuvo durante dos años?

Su despido de Univision, confiesa Schmidt, fue un “shock fuerte”. Vamos, fue una relación de casi 20 años y la vivió como un matrimonio y un divorcio.

“La verdad, me afectó bastante. Me tomé tiempo para ir a Puerto Rico a estar con mis padres, mi papá estaba enfermo. Al final del día, ahora lo veo, fue el mejor regalo que me hicieron. Porque si no hubiese sido por eso, no hubiese pasado tiempo con mi papá, que desafortunadamente falleció en abril del año pasado. Gracias a que no estaba trabajando, estuve con él hasta el final”, contó.

Tras ese suceso, se dedicó a vivir su propia versión del libro y película “Eat, Pray & Love”, viajando y gozando de la vida. Se quedó un tiempo en Ecuador, en la ciudad de Baños de Agua Santa, de la provincia de Tungurahua, ubicada al sur de Quito, capital del país y conocido como “el pedacito de cielo”.

Ahí, en la provincia, vivió la vida tranquila. Descansó del ritmo de trabajo acelerado que llevó por dos décadas. Se replanteó si quería seguir con el periodismo. Hasta que una llamada la sacó de su vida provincial, de ese otro mundo.

“Diana Maldonado -vicepresidenta de noticias de Telemundo Chicago- fue quien me sacó de mi cueva”, dice entre risas. “Comencé a analizar y pensar. Lo dudaba, pero este mundo (del periodismo) me encanta. El que lleva la pasión por dentro, la lleva, el gusanito estaba ahí, estoy súper feliz de regresar a Chicago”, asegura.

Sin embargo, ese mismo año las cosas cambiaron. Schmidt fue despedida de Telemundo Chicago. Las razones las compartiría en esa segunda entrevista, donde admitiría, sincera y honesta, sufrir de alcoholismo, enfermedad que venía arrastrando. En noviembre de 2014, me concedió esta entrevista:

Edna Schmidt:  Un día a la vez

No lo quería admitir. Y cayó en el autoengaño. Hoy, que ha admitido haber sufrido de alcoholismo, se ha liberado. Está tranquila. 

Edna Schmidt, una de las periodistas latinas más respetadas y admiradas, vivía escondiendo un secreto, del que estaba segura, nadie se daba cuenta. Más que una adicción era una enfermedad que comenzó de forma insignificante: Una copa de vino blanco. Luego otra. Hasta llegar a un extremo.

No, no era cosa de todos los días. Era, para los otros, un secreto a voces.  Hasta que tocó fondo. No una, sino dos veces. Una con Univision, la cadena con la que desarrolló por más de dos décadas una carrera impecable y que la hizo acreedora del respeto de la audiencia y de la comunidad por su trabajo impecable. Luego, con Telemundo Chicago, con quien trabajó unos meses el año pasado.

“No me di cuenta por mucho tiempo. Toqué dos fondos: El primero, con Univision, que para mí fue peor que el segundo (con Telemundo). Fue para mí fuerte, como un divorcio. Me deprimí, me sentí como un fraude. Había defraudado a mis familiares, a mis compañeros, a mi audiencia, pero aún así, no quería reconocer que era alcohólica porque no me lo habían diagnosticado todavía”, reconoció en entrevista.

A más de un año de su salida de Telemundo, Schmidt concedió una entrevista, hecha un especial por Univision Chicago que se transmite esta semana. Esto, no se hizo con afán de morbo o lucro. Es para mostrar otra faceta de la periodista que siempre mantuvo su vida privada de esa manera, separándola del ámbito laboral.

Un error o una enfermedad, no pueden quitarle mérito a una carrera. No marca lo que se es como un todo.

Un tema tabú

Aún en la actualidad, el tema de las adicciones continúa siendo tabú entre la comunidad latina. La historia de Schmidt, realizada y contada de una manera discreta pero precisa, habla de esa necesidad de sacarlo a la luz, para sanar, para curar y ser una comunidad retroactiva. 

Las pérdidas que sufrió -como la muerte de su pareja- y no darse espacio para sanar ni tener un duelo, fueron detonantes que explotaron su condición.

“La muerte de David fue lo que encendió la mecha y de ahí se regó como espiral, ya no lo pude controlar. Ya en tratamiento me di cuenta de que es una enfermedad. En mi caso, lo que sucedió fue una depresión circunstancial y no quise recurrir a medicamentos. Me creía fuerte, pero estaba automedicándome con la substancia equivocada”, confirmó. 

Tras su salida de Telemundo el año pasado (2013), Edna admitió vía Twitter su condición y decidió por cuenta propia ingresar a un centro de rehabilitación y vive hoy, un día a la vez, libre de cargas y presiones. 

“Lo que me motivó a hablar de esto es dar un mensaje a las mujeres. Esta campaña es para ellas, porque para las mujeres (el alcoholismo) es un tema complicado. No hablamos por vergüenza o culpabilidad, porque no queremos defraudar a nuestra familia, a nuestra pareja, en nuestro trabajo. Quiero decir que hay una solución, no somos responsables de nuestra enfermedad, no es una enfermedad que escogimos, la enfermedad nos escogió”, resaltó.

Lo que busca con su historia y ejemplo es ayudar a que otras personas dejen a un lado la vergüenza y dejen el autoengaño. 

“Porque sí hay ayuda, hay que buscarla”. 

Entrevistas publicadas originalmente en 2013 y 2014.

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